Al día de hoy, Morena y sus aspirantes a la candidatura presidencial conservan una sólida ventaja sobre la oposición rumbo a la elección del próximo año. En términos generales, los principales indicadores de la preferencia electoral se han mantenido estables desde hace varios meses. Así lo revelan los resultados de la encuesta nacional más reciente de Buendía & Márquez en exclusiva para EL UNIVERSAL.
Considerando a los partidos políticos de manera individual, la fragmentación del voto opositor coloca a Morena a una distancia significativa de los demás institutos políticos. Morena lidera la preferencia electoral con boleta genérica (usando emblemas de los partidos sin nombres de candidatos) con 41% de las preferencias, mientras que PAN y PRI obtienen 14% y 12%, respectivamente. Les siguen los demás partidos con porcentajes que rondan entre 3% y 5%. Por su parte, 19% de los encuestados no ofreció respuesta a la pregunta de intención de voto.
Estas cifras reflejan también la opinión de los ciudadanos hacia los partidos tradicionales. PRI, PAN y PRD son los partidos que reciben más opiniones negativas que positivas (con balances de -27, -11 y -14 puntos, respectivamente). En contraste, casi 7 de cada 10 entrevistados manifestó tener buena opinión de Morena. Al comparar las cifras de intención de voto y opinión de los partidos se deduce que aunque Morena no es la primera opción de la mayoría del electorado, tampoco despierta un rechazo generalizado. Es decir, al menos en términos del sistema de partidos, no hay evidencia de polarización.
El llamado explícito que hizo López Obrador para votar por los candidatos de Morena al Congreso parece haber resonado entre sus simpatizantes. Al referirse a las elecciones para diputados federales del próximo año, 55% de los entrevistados estuvo de acuerdo con la afirmación “usaré mi voto para apoyar el trabajo del Presidente López Obrador” mientras que 68% consideró que lo mejor para el país es “que el partido del Presidente tenga mayoría en la Cámara de Diputados”. Vale la pena destacar que en 2021, meses antes de la elección intermedia, estas cifras eran 44% y 59%, respectivamente.
En cuanto a los aspirantes a la candidatura presidencial, la encuesta muestra que Claudia Sheinbaum continúa al frente de la contienda dentro de su partido, seguida por Marcelo Ebrard (32% vs 23%). Lilly Téllez y Santiago Creel son los aspirantes más competitivos dentro del PAN (23% vs 21%) mientras que Beatriz Paredes y Miguel Ángel Mancera tienen una clara ventaja al interior del PRI y PRD, respectivamente (27% y 49%).
Sin embargo, al indagar sobre quién de todos los aspirantes del bloque opositor debería abanderar la coalición PAN-PRI-PRD, Migue Ángel Mancera despunta con un tímido 19%, seguido por Lilly Téllez, Santiago Creel y Beatriz Paredes con porcentajes que varían entre 11 y 13%. Que Mancera se ubique al frente puede explicarse por dos fenómenos. Por una parte, el ex Jefe de Gobierno de la CDMX es conocido por poco más del 50% de los ciudadanos, seguido precisamente por los demás políticos de la oposición. Por otro lado, un cuarto de su apoyo proviene de morenistas que lo ven con mejores ojos que al resto de los aspirantes.
Movimiento Ciudadano, que ha manifestado repetidamente su rechazo a formar parte de la coalición PAN-PRI-PRD, tiene en sus filas al político con mejor imagen fuera del círculo oficialista. Luis Donaldo Colosio cuenta con 57% de reconocimiento, 32% de opiniones favorables, y goza de una contundente ventaja sobre sus correligionarios Enrique Alfaro y Samuel García en la competencia por la candidatura de su partido. De acuerdo con el propio alcalde de Monterrey, en los próximos meses decidirá si buscará la candidatura presidencial.
En lo que respecta a configuraciones hipotéticas de la boleta electoral (careos), Morena confirma su ventaja con cualquiera de los aspirantes del oficialismo. No obstante, Claudia Sheinbaum obtiene ventajas más amplias que Marcelo Ebrard y Adán Augusto López. Es importante destacar que en todos los careos la coalición opositora consigue porcentajes que rondan entre 17% y 23%, lo que indica una falta de cohesión de los simpatizantes del PAN, PRI y PRD en torno a un candidato común (la suma de intención de voto de dichos partidos es de casi 30%).